Asistencia Hospitalaria en Brasil durante la Monarquía Hispánica

Durante el periodo de Monarquía Hispánica, el establecimiento y estructuración de una asistencia hospitalaria en Brasil aún era muy incipiente. En sus primeros años (década de 1580), pocos son los relatos e información tanto sobre las instalaciones hospitalarias como sobbre los cuidados médicos y quirúrgicos. La mayor parte de estos datos están relacionados con las Santas Casas de Misericordia, algunas ya instaladas desde las primeras décadas del siglo XVI, que algunos historiadores denominan como sus “instalaciones primitivas”[1].

El establecimiento de unidades hospitalarias en Brasil y en Portugal está ligado a la creación de las Misericordias (como la denominaban sus contemporáneos en los siglos XVI y XVII). Estas primeras instituciones, cuya matriz (Lisboa) fue fundada en 1498, pertenecen a un periodo de extrema importancia para la historia de Portugal, ya que pocos meses antes habían llegado de las Indias las flotas de Vasco da Gama. Tras la primera fundación, el proceso de instalación de otras sucursales y la rápida expansión hacia los territorios ultramarinos central la importancia que tuvieron las Misericordias para el Imperio Portugués. En poco menos de un siglo ya existían centenares de Misericordias instaladas en territorio continental y más de cincuenta en los dominios ultramarinos[2].

La primera Santa Casa da Misericordia, la de Lisboa, fue una institución que estuvo bajo la protección de la corona portuguesa, y, a partir de esta matriz (o “casa-madre”), las demás contrapartes (o “sucursales”) fueron fundadas. Aunque tenían una cierta autonomía en cuanto a sus estatutos y su administración, con características propias y adaptadas a las particularidades locales o regionales, el Compromiso de la Contraria de la Misericordia de la Santa Casa de Lisboa (1516) fue el documento guía para todas las que vendrían posteriormente[3].

Su fundación es parte de un proceso de larga duración y que está intrínsecamente ligado a una serie de cambios ocurridos en Portugal a finales del siglo XV (sobre todo durante el reinado de D. Manuel) que buscaban organizar y mejorar el sistema de asistencia. Según manifiesta Isabel dos Guimarães Sá, las iniciativas de la corona llevadas a cabo en este periodo tenían como objetivo la centralización o estandarización del sistema asistencial en Portugal, pero también retirar el protagonismo que la Iglesia tenía en este ámbito[4]. Los grandes ejemplos de esta reordenación de los sistemas asistenciales de salud en Portugal fueron el Hospital de Todos-os-Santos (fundado en 1492) y la Misericordia de Lisboa (1498)[5].

Durante el periodo medieval la mayor parte de los hospitales fueron creados a partir de legados testamentarios cuya preocupación principal era la salvación del alma, hecho que corrobora la participación y dirección hospitalaria, que estaba en manos de la Iglesia. Con la fundación del Hospital de Todos-os-Santos y la posterior creación de las Misericordias, la corona portuguesa ponía a la gestión hospitalaria bajo su protección, cuya administración pasaba a ser gestionada por laicos. Ambas instituciones recibieron numerosas mercedes y privilegios reales, lo que les llevó a contar con el monopolio sobre la gestión de asistencia hospitalaria en Lisboa, al igual que pasó con otras ciudades portuguesas y también en ultramar[6].

En Brasil, las primeras Misericordias acompañaron, casi al mismo tiempo, los procesos de instalación de los primeros centros urbanos coloniales. La mayoría de los documentos relacionados con el establecimiento de estas instituciones no existen en la actualidad debido a diferentes problemas, que van desde el deterioro por causas orgánicas (hongos, humedad, mal acondicionamiento de los archivos), la mala administración o su destrucción por causas externas, como, por ejemplo, la invasión holandesa de Bahía en 1624. A partir de las informaciones disponibles sobre la fundación y funcionamiento de las primeras Misericordias en Brasil, que han sido analizadas e interpretadas por diferentes investigadores, se apunta a un total de catorce instituciones de estas características en el territorio de la América portuguesa durante el periodo de Monarquía Hispánica[7].

La Misericordia de Santos es, según algunos autores, la primera de Brasil, fundada en 1543. Fue instituida por Braz Cubas después de volver de Lisboa (1540) “impresionado con los hospitales que vió en la metrópoli [Portugal] y la Santa Casa allí existente vino a él la idea de establecer en el litoral paulista una casa de asistencia médica”[8]. Russel-Wood apunta que Varnhagen, Southey y Serafim Leite aceptan esta fecha de fundación. Sin embargo, Serafim Leite dudaba mucho de la existencia de un hospital antes del año 1549[9].

El año 1549 también supuso la creación de la Misericordia de la ciudad de Salvador. Russel-Wood (1968) e Isabel dos Guimarães Sá (1997) dedicaron gran parte de sus trabajos de investigación a la discusión y análisis de los datos presentados e interpretados por otros autores, así como a la manera en la cual sustentaron sus hipótesis[10]. Las conclusiones presentadas por Russel-Wood y Sá están de acuerdo en la fecha de 1549 para la fundación de esta Misericordia, que coincidiría con la instalación de lo que sería el primer centro urbano y del Gobierno general en la ciudad de Salvador. Con la llegada de la expedición de Tomé de Souza a la ciudad, una de sus primeras acciones fue la creación e instalación del primer (y único durante bastante tiempo) hospital de esta localidad[11].

En la Capitanía de Espírito Santo, por su parte, la Misericordia se localizó en la recién creada ciudad de Vitória en el año 1551. Pero como ocurre en las ciudades anteriormente mencionadas,  estas afirmaciones también están basadas en datos poco convincentes[12].

Siguiendo el rastro de las Misericordias existentes en el periodo de Monarquía Hispánica, la Misericordia de Rio de Janeiro presenta una fecha de fundación polémica. Algunos autores imputan su fundación en el año 1553, aunque sin citar documentación que la respalde[13]. Otros, sin embargo, creen que fue en el año 1582 cuando se produjo la fundación de una Misericordia en la ciudad de Rio de Janeiro, en el momento en el que la escuadra española de Diego Flores Valdez fue socorrida por el padre José de Anchieta con la ayuda de algunos hermanos de la Misericordia[14]. Russel-Wood menciona que Felix Ferreira, en su obra sobre la Misericordia de Rio de Janeiro, sustentaba la fundación de esta institución antes de la llegada de Estácio de Sá en 1565, pero tampoco presenta argumentos suficientemente sólidos para confiar en esta afirmación[15].

El año 1560 es el indicado como el de la fundación de la Misericordia de Olinda[16], cuya evidencia es incierta y dudosa. En este mismo año, también aparece la creación de la Misericordia de Ilhéus[17].

A finales del siglo XVI se sugieren las fundaciones de las Misericordias de São Paulo[18] y de Porto Seguro[19], aunque ambas instituciones presentan también fechas de creación dudosas. La Misericordia de Paraíba, localizada en la villa de Filipéia de Nossa Senhora das Neves, pudo haber sido creada alrededor del año de 1585[20].

En el siglo XVII se llevaron a cabo las fundaciones de las Misericordias de Sergipe, en 1604; de Itamaracá, en 1611; de Belém, en 1619; y, finalmente, de Igarassú, en el año de 1629[21]. La Misericordia de Maranhão es mencionada, por su parte, en una carta del padre jesuita Antônio Vieira en el año 1653, en una carta donde sustentaba la existencia de esta institución, aunque, sin embargo, intentaba incentivar a la Mesa de esta Misericordia a invertir en la construcción de un hospital[22].

Aun siendo siendo discutibles las informaciones sobre las fechas exactas de la fundación de estas instituciones en el territorio de la América portuguesa, la mayoría de los historiadores no dudan de su existencia durante el periodo de Monarquía Hispánica. Estos autores que estudian la creación e implantación de las Misericordias en territorio ultramarino, sustentan que las Misericordias fueron creadas a medida que los centros urbanos se fueron estableciendo, ampliando, de este modo, el alcance y la actuación de estas instituciones sobre la asistencia hospitalaria[23]. La solicitud de privilegios concedidos a la Misericordia de Lisboa, hecha por los miembros de la Mesa Administrativa, sostuvo la intención de transpolar estos mismos derechos hacia los territorios ultramarinos. La Corona casi siempre esperaba a que estas mercedes fueran solicitadas como forma de mantener su participación en la gestión de las acciones asistenciales de las Misericordias en territorio ultramarino[24].

Los privilegios existentes eran muy diversos y cada “sucursal” acababa solicitando los que más le convenía. En algunos momentos, debido a los altos costes de los gastos hospitalarios, las Misericordias estaban obligadas a solicitar nuevas ayudas a la corona para poder mantener una óptima atención. En 1605, el provedor y los hermanos de la Misericordia de Olinda requerían poder recaudar los diezmos de las gallinas y otras aves y animales, especificando que esta merced se destinaría a la manutención de los enfermos[25].

Sin embargo, en muchas ocasiones lo que ocurría era que a cada una de ellas se le concedían los mismos privilegios que tenía la Misericordia de Lisboa, como sucedió con la Misericordia de Bahía, a quien le fueron otorgados el 23 de septiembre de 1622[26]. Anteriormente, la Misericordia de Olinda había solicitado el mismo derecho, que le fue concedido el 26 de enero de 1606[27].

Pero el momento donde más hubo necesidad de que la corona ayudara en la manutención de los hospitales de las Misericordias fue durante el periodo de los ataques de los holandeses, cuando la repercusión negativa sobre la salud financiera de estas instituciones se extendió a todos los dominios ultramarinos de la corona portuguesa, pero sobre todo hacia Oriente y Brasil[28].

Si las informaciones sobre la fundación de las Misericordias existentes durante el periodo de Monarquía Hispánica en Brasil son escasas, aún son más las que se refieren al funcionamiento de estos hospitales. Pocos son los datos sobre los profesionales que actuaban dentro de los hospitales existentes. Uno de estos ejemplos es el del cirujano Gaspar Ruiz Cuevas, de origen español (Islas Canarias), que ejerció su profesión en la Misericordia de Olinda al menos entre los años 1590-1594[29].

También son escasos, sobre todo para los primeros años del siglo XVII, los datos sobre los profesionales de las artes de curar en los hospitales de las Misericordias. Frai Vicente do Salvador describió un eventó que aconteció en una de las batallas de 1624-25, cuando los holandeses atacaron la ciudad de Salvador. El fraile franciscano mencionaba una expedición comandada por Don Fadrique de Toledo y Osorio que había atacado el principal puesto hospitalario de los holandeses. Los holandeses, en este momento, utilizaban las dependencias del hospital de la Misericordia de Salvador para tratar a sus enfermos. Durante este asalto, aunque los edificios de la Misericordia salieron casi ilesos, parte del muro del hospital y la puerta de la catedral sufrieron daños. Además, murieron dos cirujanos que estaban trabajando en aquel momento curando los heridos de guerra, y un herido que se recuperaba, había sido nuevamente lastimado[30].

Lo mismo ocurre en cuanto a las dimensiones y divisiones internas de los hospitales de la Misericordia, cuyas informaciones son poco frecuentes. En uno de los pocos relatos existentes, Gabriel Soares de Sousa (1584) mencionaba que había presenciado la falta de recursos financieros de la Misericordia de la ciudad de Salvador (muy pobres), cuyas instalaciones describía como muy pequeñas[31].

Pero a pesar de la falta de recursos constantes y de la sobrecarga financiera a la que tenían que hacer frente, las Misericordias nunca abandonaron la preferencia que les confirió la corona portuguesa. Así, continuaron actuando en todos los centros asistenciales, aunque, en ocasiones, sus miembros se cuestionaban si valía la pena conservar o no este monopolio. En este caso, lo que más temía la Mesa era que la Misericordia, abandonando la asistencia hospitalaria, perdiera también todos privilegios y mercedes conquistadas[32].

Sin embargo, las Misericordias no fueron las únicas instituciones que intervinieron en la preservación de la salud de la población, en la medida en que la actuación de otras hermandades u órdenes religiosas, como agentes curadores, no amenazara su posición en cuanto a los privilegios concedidos. Las Misericordias dejaron que estas otras instituciones pudieran actuar, siendo la más importante en relación a la asistencia y cuidados relacionados con la salud la Compañía de Jesús, cuya entrada en Brasil fue coetánea a la fundación de la Misericordia de la ciudad de Salvador, en el año de 1549[33].

Aunque existe una gran cantidad de documentación relacionada con las actividades de los jesuitas en Brasil durante los siglos XVI y XVII, hay poca información sobre cuestiones sanitarias. Serafim Leite menciona un número razonable de hermanos que trabajaban como enfermeros, cirujanos, barberos y boticarios. En la medida de lo posible, siempre hubo un grupo de hermanos responsables de estas actividades en los colegios de la Compañía, tanto en Europa como en Brasil. En cuanto a los boticarios, durante los siglos XVI y XVII, los medicamentos venían preferentemente de Portugal ya preparados. Sin embargo, con el creciente número de piratas que atacaban los barcos con la intención de confiscar las preciadas mercancías que salían o llegaban a Brasil, esto acababa invariablemente influyendo en las prácticas de los jesuitas. Como forma de protegerse contra la falta de estos bienes, los jesuitas tenían siempre un stock de medicinas, que se fabricaban en sus boticas [34].

En cuanto a las instalaciones hospitalarias, las enfermerías eran obligatorias en todos los Colegios y Residencias de los jesuitas, con la presencia de hermanos enfermeros que atendían preferentemente a los miembros de la orden. Sin embargo, como algunos colegios estaban situados en zonas con pocos recursos y lejos de los pequeños centros urbanos coloniales de Brasil, acababan realizando actividades curativas a personas ajenas a la orden. En cuanto a los hermanos que se dedicaban a actividades curativas, había decenas de ellos repartidos por las capitanías de la América portuguesa, la mayoría enfermeros y cirujanos. A menudo, un hermano que trabajaba como enfermero o cirujano también ejercía de boticario. En situaciones de conflicto, actuaban conjuntamente con las Misericórdias. Durante la invasión holandesa de 1624, se creó un “hospital de sangre” en el Colégio da Bahia, donde se atendió a algunos heridos, especialmente soldados. Actitudes similares se dieron también en casos de epidemias y otras situaciones en las que las Misericórdias carecían de recursos y profesionales [35].

Pero aunque hubiera grandes dificultades con la creación de instalaciones hospitalarias, así como la llegada de profesionales de la salud, la mayor parte de los historiadores parece estar de acuerdo en que durante el periodo de Monarquía Hispánica, existían servicios de curación disponibles para la población residente en la América portuguesa, también para los que estaban de paso. En ocasiones tales como epidemias, guerras o la demora de la llegada de recursos desde Europa, con el paso del tiempo se encontraron soluciones para resolver los problemas relacionados con esta asistencia, aunque de manera precaria[36].

Por tanto, las hermandades ejercieron un importante papel en la prestación de servicios de curación, sobre todo las Misericordias y la Compañía de Jesús. Estas instituciones buscaron, cuando era posible, acercarse al modelo de sus matrices. Los portugueses intentaban en todo momento sentirse como en su tierra original y tener las mismas instituciones que poseían en Europa, ya que les ayudaba a tener una mejor vida cotidiana. Gran parte de las concesiones de privilegios y mercedes a las Misericordias fueron llevadas a cabo durante el periodo de Monarquía Hispánica, ya que la corona española buscó, siempre que fuera posible, mantener los procedimientos y concesiones existentes con anterioridad, aunque fue en los periodos de mayor conflicto, como el momento de la invasión holandesa, cuando estas ayudas fueron preponderantes[37].


[1] Campos, 1943; Russel-Wood, 1968; Sá, 1997; Abreu, 2000; Paiva, 2002.

[1] Campos, 1943; Russel-Wood, 1968; Sá, 1997; Abreu, 2000; Paiva, 2002.

[2] Sá, 1997.

[3] O Compromisso da Confraria da Misericórdia (1516). Santa Casa de Misericórdia de Lisboa; Sá (1997); Abreu (2000).

[4] Sá, 1997.

[5] El proceso de fundación del Hospital de Todos-os-Santos, cuyas construcciones principales ocurrieron entre los años 1492 y 1504, se inserta en un amplio proyecto ya iniciado en otros países europeos (sobre todo en Italia, en la ciudad de Florencia) que buscaban organizar el sistema sanitario existente cambiando las numerosas construcciones medievales, pequeñas y dispersas, por la instalación de grandes hospitales. Anteriormente a las iniciativas de D. Manuel, D. João II, en 1479, había solicitado autorización del Papa Sisto IV para la fusión de los pequeños hospitales medievales y la fundación de un gran hospital en Lisboa, cuyo modelo seguirían, posteriormente, las ciudades de Coímbra, Évora y Braga. Estos pequeños hospitales (alrededor de cuarenta y tres en Lisboa y sus alrededores) pasaron a incorporar el Hospital de Todos-los-Santos (Sá, 1997).

[6] Russel-Wood, 1968; Sá, 1997; Abreu, 2000; Paiva, 2002.

[7] Campos, 1943; Russel-Wood, 1968; Paiva, 2002.

[8] Campos, 1943: 216.

[9] Russel-Wood, 1968, a partir de Vargnhagen, F. A. (1854-7). História geral do Brasil. Rio de Janeiro, vol. 1; Southey, R. (1810-19). History of Brazil. Londres, vol. 3; Campos, E. S. (1943). Santa Casa da Misericórdia de Santos. São Paulo; e Leite, S. S.J. (1938-50). História da Companhia de Jesus no Brasil. Rio de Janeiro-Lisboa, vol. 1. Además de la fecha de la fundación, estos autores sustentan que en 1551 habría sido emitido un documento de confirmación (Russel-Wood, 1968: 39-40).

[10] Por ejemplo, Varnhagen (1877) e Campos (1943); (Russel-Wood, 1968; Sá, 1997).

[11] Russel-Wood, 1968; Sá, 1997.

[12] Russel-Wood se basa en las afirmaciones de Lycurgo Santos Filho (1947), História da medicina no Brasil. São Paulo, vol. 1 (Russel-Wood, 1968: 40).

[13] Paiva, 2002.

[14] Campos, 1943; Russel-Wood, 1968; Gandelman, 2001; Paiva, 2002, a partir de Khoury, Y. A. (2004). Guia dos Arquivos das Santas Casas de Misericórdia do Brasil: fundadas entre 1500 e 1900. São Paulo: CEDIC: Imprensa Oficial do Estado de São Paulo. Vol. 2

[15] Russel-Wood, 1968: 40.

[16] Campos, 1943.

[17] Russel-Wood, 1968.

[18] Campos, 1943; Russel-Wood, 1968.

[19] La única evidencia para esta afirmación es una carta de un periodo muy posterior. En carta de 1718, Don João V garantizaba ayuda financiera para que se pudieran terminar las obras en la iglesia y hospital de esta Misericordia. Afirmaba en esta correspondencia que era “la primera y más antigua que hubo y había en aquel Brasil” (Russel-Wood (1968: 40) citando a Carlos Ott (1960), A Santa Casa de Misericórdia da cidade do Salvador).

[20] Según Abreu y Paiva, en la Guia dos Arquivos das Santas Casas de Misericórdia do Brasil, consta la afirmación de que la fundación de esta Misericordia partió de la acción de Duarte Gomes da Silveira, que había ido a este territorio con el objetivo de conseguir un tratado de paz con los indios potiguares. En 1588 había mandado edificar una iglesia para esta institución. Estos datos, según Abreu y Paiva, deberían ser analizados con cuidado. Sin embargo, informan que la mismo Guia menciona la llegada, en 1595, de una visita inquisitorial que confirma la existencia de esta institución (Paiva, 2002). Russel- Wood menciona que el año 1604 como el de fundación de esta Misericordia, junto con la de Sergipe (Russel-Wood, 1968).

[21] Campos, 1943; Russel-Wood, 1968. Abreu y Paiva cuestionan la afirmación de Russel-Wood en cuanto a la fundación de la Misericordia de Igarassú en 1629, ya que no cita ninguna fuente que pueda corroborar este dato. Sin embargo apuntan que por el rigor de su trabajo investigador se puede confiar en esta información, aunque con reservas. Según estos autores, no hay ninguna otra información sobre esta institución, y afirman que, en caso de existir, dudan que hubiera resistido a los ataques holandeses (Paiva, 2002: 271).

[22] Abreu y Paiva, a partir de la Guia dos Arquivos das Misericórdias do Brasil, apuntan para la Misericordia de São Luís do Maranhão la fecha de 1622, con carta de 3 de diciembre (Paiva, 2002:270).

[23] Sá, 1997; Abreu, 2000; Paiva, 2002.

[24] Sá, 1997; Paiva, 2002.

[25] En este momento, informaban que, por la alta carestía que existía, los gastos superaban los recursos disponibles. Y que habiendo sido creados nuevos presidios en las capitanías de Pernambuco, Paraíba, Rio Grande y demás territorios, la cantidad de enfermos había aumentado (Requerimento do provedor e irmãos da Misericórdia de Olinda dirigido a D. Filipe II, pedindo-lhe para arrecadarem os dízimos dos frangos e mais aves, cabritos, cordeiros, leitões e ovos, para manutencão dos enfermos da dita instituição), anterior a 7 de octubre de 1605 (Paiva, 2002).

[26] Alvará régio autorizando a la Misericórdia da cidade do Salvador da Baía de Todos os Santos a usar los privilégios concedidos à Misericórdia de Lisboa, 22 de setembro de 1622.

[27] Alvará régio autorizando a la Misericórdia de Olinda a usar los privilégios concedidos a la Misericórdia de Lisboa, 22 de janeiro de 1606.

[28] Paiva, 2002: 24.

[29] Las menciones sobre este cirujano español, que trabajó en la Misericordia de Olinda, se basan en la documentación inquisitorial. En 1593, este cirujano fue llamado a testificar en una de las varias denuncias hechas contra el mercader João Nunes, en Olinda. Entre las acusaciones hechas contra él estaba la muerte de un albañil, de nombre Pedro Silva, que había testificado contra este mercader (herejía). El albañil falleció en el hospital de la Misericordia de Olinda, el día 24 de julio de 1593. Gaspar Ruiz (o Roiz) Cuevas fue el cirujano que atendió a este albañil (Mello, 1996: 63-64; Cunha, 2010).

[30] Fraile Vicente do Salvador, 2010.

[31] Gabriel Soares de Sousa, 1879.

[32] Russel-Wood, 1968; Sá, 1997; Abreu, 2000.

[33] Russel-Wood, 1968; Sá, 1997; Abreu, 2000.

[34] Leite, 1953.

[35] Leite, 1953.

[36] Sá, 1997; Abreu, 2000; Paiva, 2002.

[37] Leite, 1953.

REFERENCIAS DOCUMENTALES

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Alvará régio autorizando a Misericórdia de Olinda a usar os privilégios concedidos à Misericórdia de Lisboa. ANTT, Arquivo Nacional da Torre do Tombo, Chancelaria de D. Filipe II, Doações, liv. 17, fl. 118v.

Alvará de D. Filipe II para que a Misericórdia de Itamaracá, no Brasil, possa gozar dos privilégios da Misericórdia de Lisboa. ANTT, Arquivo Nacional da Torre do Tombo, Chancelaria de D. Filipe II, Doações, liv. 21, fl. 171.

Alvará régio autorizando a Misericórdia da cidade do Salvador da Baía de Todos os Santos a usar dos privilégios concedidos à Misericórdia de Lisboa. ANTT, Arquivo Nacional da Torre do Tombo, Chancelaria de D. Filipe II, Privilégios, liv. 3, fl. 39.

Requerimento do provedor e irmãos da Misericórdia de Olinda dirigido a D. Filipe II, pedindo-lhe para arrecadarem os dízimos dos frangos e mais aves, cabritos, cordeiros, leitões e ovos, para manutenção dos enfermos da dita instituição. AHU, Arquivo Histórico Ultramarino, AHU-ACL_CU__015, cx. 1, doc. 24.

Processo de João Nunes. Olinda, Pernambuco, 20 de agosto de 1594. ANTT, Arquivo Nacional da Torre do Tombo, Tribunal do Santo Ofício, Inquisição de Lisboa, proc. 88.

BIBLIOGRAFÍA

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Autor:

Zeli Teresinha Company (Universidad de Salamanca)

Cómo citar esta entrada:

Zeli Teresinha Company. “Asistencia Hospitalaria en Brasil durante la Monarquía Hispánica“. En: BRASILHIS Dictionary: Diccionario Biográfico y Temático de Brasil en la Monarquía Hispánica (1580-1640). Disponible en: https://brasilhisdictionary.usal.es/asistencia-hospitalaria-1/. Fecha de acceso: 03/05/2024.

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