Nacimiento: 1593, Vila de Amarante, Obispado de Oporto.
Cirujano
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Cirujano de origen portugués. Vivió y trabajó en la ciudad de Lisboa y en la villa de Amarante. Fue Cirujano-mayor de la Armada, y combatió en Brasil en varias ocasiones ejerciendo su profesión. Fue miembro del Santo Oficio de la Inquisición, en Lisboa.
El cirujano Baltasar Teixeira, cristiano-viejo, nació alrededor del año 1593 en la Villa de Amarante, en la parroquia de Nuestra Señora de Cepelos del Obispado de Oporto. Era hijo de Baltasar Teixeira y Maria Peixota (o Peixoto), ambos naturales de la Villa de Amarante. Comenzaron a vivir en Lisboa alrededor del año 1608. Era nieto de Paulo Gonçalves y Violante Gomes por parte de padre, ambos naturales de la parroquia de Covello, en el Obispado de Oporto, y nieto, por parte de madre, de Antonio Fernandes y María Francisca Moraes, también naturales de la Villa de Amarante[1].
En 1613 Teixeira solicita autorización para casarse con Isabel de Amorim, natural de Lisboa[2]. Isabel de Amorim vivía con sus padres, Antonio Amorim e Isabel Borges en Lisboa desde al menos 1577, y en la calle derecha de S. Roque de la ciudad desde el año 1622. Su padre, nacido alrededor del año 1529, trabajaba en la “profesión de curar locos”[3] para el Santo Oficio[4].
No hay información con respecto a la fecha en la cual Baltasar Teixeira e Isabel de Amorim contrajeron matrimonio, pero en 1624 Baltasar ya mencionaba que estaba casado y tenía cuatro hijos. En este mismo año, el 6 de noviembre, solicitaba un aumento de su sueldo como Cirujano-mayor de la Armada, cuando estaba apunto de embarcar hacia Brasil para intentar socorrer la ciudad de Salvador de Bahía[5]. En la petición, declaraba que era pobre y que su familia dependía de su salario como cirujano. Este aumento fue concedido, pasando a ser de 6.400 reis mensuales. Posteriormente embarcó como Cirujano-mayor de Bahía[6].
Su participación en estas batallas parece haberle ayudado a cambiar su condición profesional, ya que, en 1627, cuando volvió a Lisboa, inició el proceso para ingresar en el Santo Oficio y ser aceptado como familiar. El proceso de su habilitación transcurrió entre los meses de febrero y agosto de este año, una vez probada la limpieza de sangre tanto suya como de su mujer y de sus respectivas familias, garantía fundamental para demostrar que poseía todas las cualidades que se requerían para pertenecer al Tribunal del Santo Oficio de la Inquisición. Finalmente fue considerado como habilitado para ser familiar el 24 de febrero de 1627, ya que ni él ni su mujer presentaban ningún impedimento[7].
La mayor parte del tiempo debió ejercer su profesión en Lisboa, cuando no había necesidad de acompañar a las Armadas. Al menos se sabe que en el año 1632 estuvo en esta ciudad, conforme al recibo de 50 reis en el cual Francisco Carvalho, entonces criado del Pagador General de la Armada, Jerónimo Victoria, le pagó por sus servicios de curas[8] .
En 1635, consta que vivía en la villa de Amarante, ya que recibió una carta autorizándole a realizar curaciones con “cierto remedio” que consistía en “hacer los polvos de mercurio y de quintillo y oleo doro”, y también todos los compuestos utilizados en emplastos y pociones que servían para “curar locos”. Estas curas y la producción de los susodichos medicamentos, eran lo que Baltasar Teixeira buscaba ser aprobado para poder hacer[9].
Sousa Viterbo, a partir de este documento, lo menciona como “mezinheiro” y no como cirujano, ya que en el documento en sí no menciona el ejercicio de la cirugía. Sin embargo, en un documento posterior a 1644, en el que constaba todo su historial profesional, sí se afirmaba que había ejercido como cirujano en varias Armadas[10].
Conforme a una portaría de 27 de junio de 1644 que le otorgó la merced de una pensión de 12.000 reis (en una de las encomiendas de la Orden de Santiago) en retribución por sus servicios, Baltasar Teixeira luchó, en total, en siete Armadas. De todas ellas, en dos estuvo como soldado y en las demás actuó como cirujano. Además de haber estado en la expedición que viajó para socorrer la ciudad de Salvador, en Bahía, en 1624, también participó en otras que combatieron a los holandeses en los diferentes territorios del imperio portugués[11]. A mayores, recibiría otras dos mercedes en los años de 1655 y 1658[12].
Es interesante destacar el hecho de que Baltasar Teixeira también hubiera aprendido los saberes vinculados a “curar locos”, así como el hecho de solicitar el ingreso como familiar en el Tribunal del Santo Oficio. La influencia para ello parece haber sido su suegro, quien había ejercido estas mismas actividades antes que él. En 1624, poco antes de iniciar el proceso para su ingreso en el Santo Oficio (en 1627), Baltasar declaraba ser pobre en el documento que solicitaba un aumento de ordenado, un momento en el que ya ejercía como cirujano.
Es posible que hubiera podido adquirir o perfeccionar estas habilidades en la cura de “locos” mientras ejercía como cirujano, o también que hubiera sido enseñado por su suegro, al igual que sucede con la producción de medicamentos. Teixeira no tenía formación para ejercer la profesión de boticario en 1635, cuando solicitó una carta para poder ejercer como tal y producir los medicamentos que utilizaba en las curas que continuamente mencionaba.
Estas cartas que autorizaba a los individuos que no poseían formación universitaria de medicina o que habían aprendido las artes ejercidas por cirujanos y boticarios, eran muy comunes. En ellas casi siempre se mencionaban las restricciones en el ejercicio de estas actividades, circunscribiéndolas a las habilidades probadas en el examen que era efectuado ante el físico-mayor y el cirujano-mayor (y en los casos de medicamentos también ante los boticarios). En este caso, las curas que Baltasar Teixeira estaba autorizado a llevar a cabo eran las que había solicitado ejercer en su requerimiento: hacer los polvos de mercurio y quintillo, el óleo de oro y curar a los “locos”. Pero, este documento, aún acrecentaba que podría utilizar estos medicamentos “en las enfermedades que le parezca” ya que le permitía actuar en la cura de la hidropesía[13].
El ejercicio de estas actividades adicionales (curar “locos” y la producción de determinados medicamentos) pueden, posiblemente, haberle ayudado a mejorar su situación financiera, ya que pudo ejercer como cirujano real, ya fuera en Armadas o no, propiciando el poder recibir, posteriormente, mercedes por sus servicios. Pero lo más importante a resaltar es que Baltasar Teixeira representó el tipo de profesional que existió en Brasil durante el periodo de Monarquía Hispánica, una persona que tuvo que adaptar sus habilidades profesionales hacia las demandas existentes, pero también luchó para mejorar su vida y la de su familia.
[1] ANTT, Tribunal do Santo Ofício, Conselho Geral, Habilitações, Baltasar, mç. 1, doc. 4.
[2] ANTT, Câmara Eclesiástica de Lisboa, Justificação Sumária de casamento de Baltasar Teixeira e Isabel de Amorim.
[3] Durante los siglos XVI y XVII, la “locura” aparece manifestada en los documentos de numerosos procesos inquisitoriales. Generalmente asociados a diferentes tipos de casos: los que enloquecieron durante el proceso debido a los castigos empleados y los que utilizaban la locura como la manera de defenderse con el fin de escapar de los castigos y “correctivos” que eran aplicados durante los interrogatorios. En los primeros casos, una vez los inquisidores notaban que los interrogados perdían la razón, un médico (o cirujano) era llamado para que fuesen examinados, recomendarles el tratamiento indicado y el tipo de local donde sería tratado: podrían ser los hospitales existentes y apropiados para estos tipos de trastornos o, en el caso de los “locos no peligrosos”, les dejaban directamente en las cárceles, esperando a que se recuperasen para poder aplicarles las penas conforme al delito cometido. El diagnóstico de la locura, a partir de las concepciones médicas de aquel periodo, podría estar asociado con los humores melancólicos, en cuyo caso se aplicaban los tratamientos de purgas, baños y sangrías. Las visitas médicas, además de servir para aplicar estos tratamientos, también eran utilizadas por los inquisidores para averiguar posibles casos de fingimientos. La demencia de los interrogados, desde el punto de vista de los inquisidores, era considerada un obstáculo para la aplicación de las penas. En este sentido, las verificaciones médicas frecuentes buscaban retirar estas trabas con la intención de proseguir con los procesos, transformando la locura, utilizada como arma defensiva por parte de los interrogados, en arma ofensiva por parte de los interrogadores (Tropé, 2010).
[4] ANTT, Tribunal do Santo Ofício, Conselho Geral, Habilitações, Baltasar, mç. 1, doc. 4.
[5] Este reclutamiento se circunscribe dentro de un periodo de tensas relaciones entre los imperios español y holandés, en el final de la Tregua de dos Doce Años (1621), culminando en una serie de invasiones y ataques holandeses a territorios pertenecientes a la corona española. Posteriormente, seguiría durante el periodo de la llamada Restauración portuguesa, después de 1640. La invasión (y posterior ocupación) de la ciudad de Salvador, en la Bahía de Todos os Santos, en mayo de 1624, marca un importante acontecimiento dentro de este periodo de hostilidades, que se extendería hasta la recuperación de esta ciudad en el año de 1625 (Boxer, 1957; Santos Pérez, 2013; Rivero Rodríguez, 2020; Espejo Cala, 2021). No hay referencia en qué mes, exactamente, Baltasar Teixeira llegó a Bahía, pero consta en la documentación, posterior a este periodo, que estuvo actuando como cirujano en las batallas hasta la total recuperación de esta plaza en 1625 (ANTT, Registo Geral de Mercês de Ordens Militares, liv. 12, f. 43-43v).
[6] AHU_CU_BAHIA-LF, cx. 3, d. 338.
[7] ANTT, Tribunal do Santo Ofício, Conselho Geral, Habilitações, Baltasar, mç. 1, doc. 4.
[8] ANTT, Corpo Cronológico, Parte II, mç. 361, nº 192.
[9] Fue examinado por el cirujano-mayor real, Antonio Francisco Milheiro (que en este momento también ejercía como físico-mayor), junto con el licenciado Antonio Sera (“médico de los que andan en la ciudad”) y los boticarios reales, Antonio d’Almeida y Bartholomeu da Rocha, habiendo sido considerado como apto y suficiente para producir los susodichos medicamentos y curas (ANTT, Chancelaria de D. Filipe III, liv. 29, fl. 330).
[10] Sousa Viterbo (1915), Notícia sobre alguns médicos portuguêses ou que exerceram a sua profissão em Portugal. Subsídios para a história da medicina portuguesa. Extraído de los Arquivos de História da Medicina Portuguesa. Quinta Série. Publicação póstuma. Porto: Tip. a vapor da “Enciclopédia Portuguesa”.
[11] El documento no especifica cuáles fueron las armadas en las que participó el cirujano Baltasar Teixeira, solo que fue “soldado aventurero, en las primeras dos armadas” y en las demás como cirujano de navíos. Destaca que, en una armada, en el año 1620, combatió contra cuatro “navíos de enemigos”. En 1624, con la experiencia adquirida, embarcaría como Cirujano-Mayor en la recuperación de la ciudad de Salvador, ayudando a “gente de mar y tierra”. Combatiría contra los holandeses en otras ocasiones, como por ejemplo en la batalla “en frente a la isla de San Miguel” donde estuvo en la compañía del General Don João da Costa y del Coronel Don Afonso de Meneses (ANTT, Registo Geral de Mercês de Ordens Militares, liv. 12, fl. 43-43v).
[12] El 20 de agosto de 1655 recibió Carta de Padrão de 12$000 rs de promesa de pensión, en los bienes de Pedro Francés (ANTT, Registo Geral de Mercês de Ordens Militares, liv. 12, f. 172v). El 2 de marzo de 1658, estos derechos de 12$000 rs de pensión eran transferidos sobre los bienes de Diogo Soares (ANTT, Registo Geral de Mercês de Ordens Militares, liv. 12, fl. 219-219v).
[13] La hidropesía fue una “enfermedad” muy común desde el periodo antiguo, que consistía en la acumulación de fluidos en los tejidos y en las cavidades del cuerpo. Actualmente no se considera como una enfermedad, pero si posee síntomas de problemas relacionados con el mal funcionamiento de los riñones, corazón y aparato digestivo. La hidropesía y las fiebres, en numerosas ocasiones, fueron indicadas como las posibles causas de óbitos durante los siglos XVI y XVII. Las informaciones existentes en la documentación de la causa mortis de personajes ilustres, como la reina Isabel I de España o Miguel de Cervantes, asocian la hidropesía con las fiebres y con una especie de sed inacabable que hacía que los enfermos sufriesen hinchazones por todo el cuerpo (Cabrera Sánchez, 2011; Montes-Santiago, 2005).
FUENTES DOCUMENTALES
– ANTT, Arquivo Nacional da Torre do Tombo, Justificação Sumária de casamento de Baltasar Teixeira e Isabel de Amorim.
– ANTT, Arquivo Nacional da Torre do Tombo, Tribunal do Santo Ofício, Conselho Geral, Habilitações, Baltasar, mç. 1, doc. 4.
– AHU, Arquivo Histórico Ultramarino, AHU_CU_BAHIA-LF, cx. 3, d. 338.
– ANTT, Arquivo Nacional da Torre do Tombo, Corpo Cronológico, Parte II, mç. 361, nº 192.
– ANTT, Arquivo Nacional da Torre do Tombo, Chancelaria de D. Filipe III, liv. 29, fl. 330.
– ANTT, Arquivo Nacional da Torre do Tombo, Registo Geral de Mercês de Ordens Militares, liv. 12, fl. 43-43v.
– ANTT, Arquivo Nacional da Torre do Tombo, Registo Geral de Mercês, Mercês de Ordens Militares, liv.12, f. 172v.
– ANTT, Arquivo Nacional da Torre do Tombo, Registo Geral de Mercês, Mercês de Ordens Militares, liv.12, f. 219-219v.
BIBLIOGRAFÍA
– Cabrera Sánchez, M. (2011). La muerte de los miembros de la realeza hispánica medieval a través de los testimonios historiográficos. En la España Medieval, vol. 34, pp. 97-132. Recuperado em https://revistas.ucm.es/index.php/ELEM/article/view/36295/35141
– Espejo Cala, C. (2021). La Recuperación de Bahía en las noticias de España y los Países Bajos (1624-1625). En Tropé, H.; Espejo Surós, J. (eds). Metamorfosis y memoria del evento: el acontecimiento en las relaciones de sucesos europeas de los siglos XVI a XVIII. Salamanca: Ediciones Universidad de Salamanca. Recuperado em https://gredos.usal.es/handle/10366/151176
– Montes-Santiago, J. (2005). Miguel de Cervantes: saberes médicos, enfermedades y muerte. AN. Med. INTERNA (Madrid), vol. 22, nº 6, pp. 293-297. Recuperado em https://scielo.isciii.es/pdf/ami/v22n6/humanidades.pdf
– Rivero Rodríguez, M. (2020). El enemigo holandés, el Conde Duque de Olivares y el servicio de los vasallos en la recuperación de Bahía de Brasil. En Guerra y alteridad. Imágenes del enemigo en la cultura visual de la Edad Media a la actualidad, editado por Borja Franco Llopis, Monográfico temático, Elkón Imago, vol. 15, pp. 227-254. Recuperado em https://revistas.ucm.es/index.php/EIKO/article/download/73321/4564456555281
– Santos Pérez, J. M. (2013). Filipe III e a ameaça neerlandesa no Brasil: medos globais, estratégia real e respostas locais. Em Marianne Wiesebron (ed.), Brazilië in de Nederlandse archieven / O Brasil em arquivos neerlandeses (1624-1654), Serie Mauritiana, vol. 5. Leiden: Leiden University Press, pp. 142-171.
– Sousa Viterbo (1915), Notícia sobre alguns médicos portuguêses ou que exerceram a sua profissão em Portugal. Subsídios para a história da medicina portuguesa. Extraído dos Arquivos de História da Medicina Portuguesa. Quinta Série. Publicação póstuma. Porto: Tip. a vapor da “Enciclopédia Portuguesa”.
– Tropé, H. (2010). Locura e inquisición en la España del siglo XVII. Norte de salud mental, vol. VIII, nº 36, pp. 90-101. Recuperado em https://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=4830427
Autor:
Zeli Teresinha Company (Universidad de Salamanca)Cómo citar esta entrada:
Zeli Teresinha Company. “Baltasar Teixeira“. En: BRASILHIS Dictionary: Diccionario Biográfico y Temático de Brasil en la Monarquía Hispánica (1580-1640). Disponible en: https://brasilhisdictionary.usal.es/baltasar-teixeira-1/. Fecha de acceso: 09/10/2024.