Juana Catalina Ramírez de Velasco Ugarte

Nacimiento: Alrededor de 1610

Esposa “criolla” de Salvador Correá de Sá e Benavides, hijo de Martim Correa de Sá y nieto de Salvador Correa de Sá, o velho, gobernadores de la capitanía de Río de Janeiro.

Link en BRASILHIS Database: https://brasilhis.usal.es/es/personaje/juana-catalina-ramirez-de-velasco-ugarte

Catalina Ramírez de Velasco Ugarte fue una de las personas más ricas de la Provincia de Tucumán a inicios del siglo XVII. Contrajo matrimonio con Salvador Correia de Sá y Benevides y fue administradora del ingenio de azúcar de Rio de Janeiro. Fue conocida comúnmente como Catalina de Ugarte y Velasco, en referencia homónima a su abuela paterna, a quien llamaban “La Comendadora”, pues se decía que había sido una de las únicas mujeres en recibir a la Orden de Santiago, antes de su ida a América (Granaldo Hijelmo, 1995).

Catalina nació alrededor del año 1610, y era hija del capitán y encomendero Pedro Ramírez de Velasco, nacido en La Rioja, Tucumán, y de María del Rosario Villagra Osorio y Olmos de Aguillera, hija de Francisco de Villagra y Villareal, que participó en la “conquista” chilena al lado de Pedro de Valdivia, gobernador de Chile. El abuelo paterno de Catalina, Juan Ramírez de Velasco, considerado el fundador de La Rioja, fue gobernador de Tucumán (1586-1593) y de la Provincia del Paraguay y del Rio de la Plata (1595-1596). Era pariente de D. Luis de Velasco, quien fuera Virrey de Nueva España y después de Perú (Boxer, 1973; Granaldo Hijelmo, 1995).


Catalina se casó a finales de la década de 1620 con Diego Graneros de Alarcón, viudo de Juana Villegas. Juana era, a su vez, viuda de Diego de Vera, quien fue teniente de gobernador en Tucumán. A través de este matrimonio con Villegas, Alarcón consiguió la confirmación de las encomiendas de Paquilingasta (1609) y Silipica y Lacqueme (1614). Después, con el nuevo casamiento con Catalina, se agregó al patrimonio del matrimonio, como dote, la encomienda de Guacona. La pareja se transformó en una de las más ricas de Tucumán, ya que tenían en su poder mucho ganado, plantaciones, obrajes de carpintería y un plantel de 120 negros esclavizados. Alarcón prestaba dinero a comerciantes y formaba parte de la red de negocios del gran mercader Diego López de Lisboa. Tenía conexiones con el tesorero de Buenos Aires, Simón Valdez y con el contrabandista portugués Diego de Vega. Alarcón y Catalina tuvieron un hijo, llamado Pedro de Velasco y Graneros de Alarcón, que quedó huérfano de padre en 1630, cuando tenía apenas siete meses de edad. Catalina se transformó en “la viuda más rica, la persona que tenía más propiedades de la provincia de Tucumán” (Boxer, 1973: 110). Graneros dejó en su testamento una fortuna de más de 200.000 pesos, y declaró a su esposa y su suegro como administradores del legado. Doña Catalina se casó en segundas nupcias con Salvador Correia de Sá y Benevides, hijo de Martim de Sá, gobernador de Rio de Janeiro. Desde 1630 Benevides deambulaba por la América española. El matrimonio entre Catalina y Salvador Correia de Sá se concretó en 1632, estando él en Buenos Aires y ella en San Miguel de Tucumán. A través de este matrimonio, Benevides heredaría las encomiendas de Paquilingasta, Silipica y Lacqueme, confirmadas en 1636, además de los bienes y redes comerciales de Graneros (Brizuela del Moral, 2003; Boxer, 1973; Nolli, 1998; Ceballos, 2014; Molina, 1951; Vilardaga, 2020).


En 1634, tras la muerte de su padre, Martim de Sá, en Rio de Janeiro, Salvador Correia de Sá y Benevides dejó Tucumán y volvió a Brasil para pleitear por la herencia del gobierno fluminense. Catalina, poco después, siguió los pasos de su marido. En 1634, Benevides adquirió de su tía una mitad de una sesmaría en Tijuca, Rio de Janeiro, que pertenecía en parte a su tío, Gonzalo de Sá, también fallecido recientemente. Para ello, Salvador presentó una procuración dada por la esposa, todavía ausente, desde Tucumán (Rudge, 1983). Según una denuncia del obispo de Tucumán realizada en 1635, Salvador y el suegro, Pedro Ramírez de Velasco, habían gastado gran parte de la fortuna de Graneros y practicado todo tipo de fraude en el inventario de los bienes. Según el obispo, cuando Pedro Ramírez y la familia iban hacia Rio de Janeiro para encontrarse con Benevides, se detuvieron en Santiago de Estero, donde Pedro falleció. Catalina y su madre, a su vez, consiguieron llegar a Buenos Aires y se trasladaron a Rio de Janeiro (AGI, Charcas 137).


En la ciudad fluminense, Catalina se instaló en uno de los ingenios de la familia Sá y pasó a administrarlo personalmente, inclusive la mano de obra indígena. En 1646, el exgobernador de Rio de Janeiro, Francisco de Souto Maior señalaba que Catalina mantenía bajo una rígida administración a los indios, y que estos no obedecían a nadie más que a ella. (AHU, ACL-CU-017-CX2-Rio de Janeiro). Salvador Correia de Sá y Catalina Ramírez de Ugarte tuvieron cinco hijos. El hijo que tuvo con con Graneros de Alarcón tuvo un destino incierto. Boxer sospecha que se terminó yendo a la India portuguesa (Boxer, 1973).


Igualmente, un nieto, también llamado Pedro Ramírez de Velasco, “menor de 25 y mayor de 16 años”, fue a España con el gobernador de Buenos Aires en 1671 para solicitar licencia para ir a Portugal a reivindicar la herencia de su abuela, ya fallecida, junto a Sá y Benevides. Por el memorial presentado, consta que el hijo de Catalina se habría empobrecido, ya sin tener que administrar del legado paterno. Al morir, dejó un hijo, Pedro, que también vivió en estado de penuria y no pudo ir a Brasil debido a la guerra con Portugal (AGI, Charcas 14)


FUENTES


AGI, Archivo General de Indias, Charcas 14, Peticiones y Memoriales (1607-1678). 1671.


AGI, Archivo General de Indias, Charcas 137, Cartas y Expedientes Eclesiasticos, Tucumã, 28/05/1635.


AHU, Arquivo Histórico Ultramarino, ACL-CU-017-CX2-Rio de Janeiro. Rolo 2/D.135. 1646.

BIBLIOGRAFÍA

Bicalho, M.F. (2013). Redesenhando fronteiras, ampliando jurisdições: O Rio de Janeiro no período filipino. Anais do XXVII Encontro Nacional de História da ANPUH. Natal.

Boxer, C. (1973). Salvador de Sá e a luta pelo Brasil e Angola. 1602-1686. São Paulo: Editora Nacional, Edusp.


Brizuela del Moral, F. (2003). Historia de las mercedes de tierra en Catamarca. Siglos. XVII al XIX. Catamarca: Editora Benedit


Fridman, F. (1999). Donos do Rio em nome do rei. Uma história fundiária da cidade do Rio de Janeiro. Rio de Janeiro: Jorge Zahar Editor; Garamond.

Ceballos, R. (2014). Os vecinos lusitanos na restauração portuguesa: um estudo das redes sociais na Buenos Aires seiscentista, Métis, história & cultura, 13, 25, pp.31-57.


Granado Hijelmo, I. (1995). Las instituciones nobiliarias riojanas. Un capitulo de la historia institucional de la Rioja y el derecho nobiliario español. Madrid: Ediciones Hidalguia.


Noli, E. S. (1998). Algarrobo, maiz y vacas. Los pueblos índios de San Miguel del Tucumán y la introduccion de ganados europeos (1600-1630), Mundo de Antes,1, pp. 31-67.Molina, R. (1951). Salvador Correa de Sá y Benavidez. Un héroe americano ligado al Brasil y la Argentina, Buenos Aires.


Rudge, R.T. (1983). As Sesmarias de Jacarepaguá. São Paulo: Livraria Kosmos Editora S.A.


Vilardaga, J.C. (2020). Conexões e percursos luso-castelhanos da família Sá na América Meridional durante a Monarquia Hispânica (1580-1640). In: José Manuel Santos Pérez; Ana Paula Megiani; José Luis Ruiz-Peinado Alonso. (Orgs.). Redes y circulación en Brasil durante la Monarquia Hispánica (1580-1640). Madrid: Silex, pp. 435-464.

Sá, H. de C. T. de; Benevides, B. C. de S. e. (2017). Privilégio familiar ou estratégia política: a permanência de Salvador Corrêa de Sá e Benevides no governo do Rio de Janeiro (ca.1637 ca.1643). Estudios Historicos (Riviera), 9, 18.

CITAS PÁGINAS WEB


Graneros, una historia. Un pueblo rural en la historia provincial y nacional (06 de mayo de 1621). Recuperado de: http://biblioteca.cfi.org.ar/wp-content/uploads/sites/2/2018/12/granerostucuman.pdf

José Carlos Vilardaga (Universidade Federal de São Paulo)

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